POR QUé VIAJAR TE TRANSFORMA EN UNA PERSONA EXITOSA

Desde que comenzamos a viajar en el 2013, podemos evaluar que nos hemos vuelto como unos tiburones hacia una presa; me refiero a que, si ponemos un objetivo, lo perseguimos hasta alcanzarlo. Al volver del viaje de 3 meses a Europa, nos propusimos ir a trabajar a otra ciudad donde nuestros sueldos fueran más altos (Así lo hicimos) y ahorraríamos para viajar mínimo un año o dos. Y aquí estamos en India, hace 32 días que dejamos nuestro país y estamos viviendo nuestro plan. No sabemos que nos traerá el futuro pero sabemos que será lo que nos propongamos que sea.

Sincera y humildemente creemos que el viaje convierte a las personas en un mejor ser humano: más compasivo con el prójimo, divertido, genial, libre y seguro en sí mismo - todas llaves para el éxito -. No nos referimos al estereotipo de hombre de negocios exitoso, si no que a la pureza del éxito como tal. Te transforma en el tipo de persona que uno quiere conocer e interactuar.

¿Entonces en qué tipo de persona te transformarías exactamente? Una persona...

1. Más segura de sí misma.

Al iniciar el viaje hiciste lo más difícil para el común de las personas - salir de tu zona de confort - donde todo lo que vives es nuevo y debes reaccionar a ello potenciando todas tus habilidades y adquiriendo nuevas. Has subido a cuanta montaña se te ponga en frente, te has comunicado en idiomas que no son el tuyo con palabras que ni eras consciente que sabías, visto las auroras boreales, estado en el círculo polar ártico, te han detenido en una frontera, se te ha ido el tren - el ferry - el bus, te has bañado en mares que sólo leías en los libros de historia. Seguramente como nosotros has vivido muchas experiencias y en todas has usado tus habilidades para salir victorioso. Cuando logras tanto, sientes que puedes lograr todo lo que te propongas.

2. Más relajada frente a los problemas.

Cabeza fría frente a cualquier adversidad. Eres más seguro de ti mismo, sabes que puedes lograr muchas cosas, por lo tanto los problemas que vas enfrentando en el camino ya no los enfrentas como tal. El umbral de miedo ha bajado por lo que te permite estar tranquilo y tomar buenas decisiones. Después de un tiempo en un viaje largo te adaptas a los cambios sin frustrarte o enojarte, simplemente buscas la opción b, c y d para seguir adelante. Resumiendo: frente a los problemas estás tan tranquilo como chileno en terremoto.

Más tranquilo que chileno en terremoto.

3. Más sociable.

Es inevitable que conozcas personas, el humano es sociable por definición. Por muy callado que seas, deberás siempre preguntar algo y esa respuesta muchas veces te lleva de un tema a otro hasta que sin darte cuenta estás sentado compartiendo el tuk tuk con una chica francesa a la estación de trenes, tenías el mismo vagón y asientos cercanos, te vas hablando con ella hasta la próxima ciudad... ya que se han caído tan bien, te vas a recorrer la ciudad con ella y por casualidad en un templo te vuelves el invitado especial de una celebración hindú. Por lo que después de meses hablas feliz con extraños y vuelves a tu casa como alguien totalmente distinto.

Invitados en Chittorgarh, India.

4. Más interesante.

Viajar te entrega material para conversar, te vuelves un conocedor porque absorbes todo lo que está a tu paso. Así es que ahora ya no sólo no eres tímido sino que además eres muy divertido para conversar, más relajado. Reflejas la experiencia y la confianza en ti mismo. Y por sobretodo podrás conocer más en profundidad a las personas que se topen contigo ya que tus preguntas serán otras menos superficiales.

5. Menos materialista.

En un viaje largo aprendes a moverte con lo justo y necesario, no puedes andar cargando mucho peso, por lo que disminuyes al mínimo tus cosas. En el primer viaje llevamos mucho peso y es inevitable que te canses y disfrutes menos, por lo que nos deshicimos de muchas cosas que no eran necesarias. Y como ya estuviste tanto tiempo viviendo con poco vuelvas a casa sintiendo que tienes demasiadas cosas innecesarias que no te llevan a nada, son sólo cosas. El comercio quiere que compres todo, pero tú vuelves con un escudo al consumismo, lo que te permite finalmente ahorrar para una nueva aventura. Como dice José Mujica - ex presidente de Uruguay - "No soy pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, vivo con lo justo para que las cosas no me roben la libertad."

6. Más aventurera.

Tenemos 5 características potenciadas; más seguro de ti mismo, más relajado frente a los problemas, más sociable, menos materialista y más interesante - entonces la aventura cae por su propio peso-. Cuando no tienes miedo exploras lo desconocido - no me refiero a subir a la cima del monte Everest - pero quizás si irás a su campo base, porque sabes de lo que eres capaz. Como dicen por ahí, el cielo es el límite. Desechas los tours pagados ya que además de caros te limitan las oportunidades de conocer desde dentro una cultura, pruebas comidas nuevas, usas el transporte público, y te sumerges en la naturaleza.

7. Más joven y guapa.

Estás más relajado, noqueando todos los problemas que se acercan, estás emocionado por las aventuras y te ves radiante. Está comprobado que el estrés envejece y tú ya llevas meses sin preocupaciones - no es que no las hayan - es sólo que tú ya no las enfrentas de la misma manera. Se te saldrá la energía por los ojos y te verás más joven y guapa.

8. Más ingeniosa e inteligente.

Un viaje te enseña de la vida en el mundo, aprendes sobre la cultura de cada país, sobre la gente, sobre la historia. Aprendes de colores, de construcción, de transporte y de finanzas. Todo ello te entrega un mejor entendimiento de tu entorno y sabes cómo moverte. La experiencia que no puede ser enseñada, sólo vivida. Nuestro consejo sería, no viajes en una burbuja, esfuérzate en salir por tu cuenta a recorrer, conocer gente, en vez de un hotel usa un hostel, airbnb y/o couchsurfing, usa el transporte público. Sal de la burbuja!.

9. Más Feliz.

La suma de todo lo anterior es la paz, y cómo no serlo si ya no te preocupas por problemas tontos, le has dado perspectiva a tu vida al ver la magnitud de los problemas que enfrentan otras personas.¿No sabes el idioma? Pues se aprende en el camino, viajando generalmente ves la bondad de las personas - en Grecia una chica que no hablaba casi ingles se bajó del bus con nosotros antes de su parada sólo para mostrarnos dónde quedaba la estación de metro - recibes el cariño de la gente en muchos lugares y tu corazón se va llenando de felicidad. Estás más despierto y miras todo con ojos de niño, cada detalle te parece maravilloso; y es algo que a la vuelta del viaje queda contigo. Cuando volvimos a Chile, iba en la micro (bus pequeño) y continuaba mirando lo que había visto miles de veces antes, ahora con más detalle. No puedes evitar mucha veces ver la belleza en todo.

La receta para el éxito contiene todos estos ingredientes. Entonces, ¿qué esperas para planear y vivir tu próxima aventura?

Pulpit rock, Noruega.